Guarda, Olimpia, esa boca seductora, que dulcemente canta y dulce ríe,

para aquel orgulloso que se engríe de que ninguna gracia le enamora.

El ejemplo de un alma que te adora, por mas que de tus ojos se desvíe,

hará que el más soberbio desconfíe de no rendirse a la fatal cantora.

Yo el suave olor que de tus labios parte, y aun el tacto evité de tus vestidos,

y los ojos cerré por no mirarte; pero al sonar tu voz en mis oídos,

Olimpia, vi que para no adorarte, es menester quedarse sin sentidos.

Juan Bautista Arriaza

Con este bello poema, os presento mi primera lámpara de estilo industrial. Siempre guardando ese toque retro y rústico al mismo tiempo, pero es innegable que el acero, el color negro y su forma minimalista, pertenece más bien al primer estilo.

Enorme, DESMESURADA bombilla de unos 20cm arropada por tulipa de metal negra a juego con la base también metálica. Detalle de interruptor de "click" que evita que el cable esté tan a la vista y le da otro toque especial más.

Es tan versátil que valdría tanto para un recibidor, un salón, una habitación o cualquier otro lugar que se os ocurra.

Una pieza de diseño a un precio razonable y asequible.