
Algo de mi...
Aquí tienes mi corazón en bandeja. Procúrale al menos un bocado...
Carlos Chaouen

QUIÉN
Mi nombre es Juankar Rosa. Aunque soy donostiarra de nacimiento y extremeño de ascendencia, es en Valladolid donde siempre he pacido.
De profesión contable e informático, recientemente pasé a engordar, aún más, la interminable lista de desempleados de España. Y debido al no saber qué demonios hacer con mi tiempo libre, decidí empezar a hacer algo que siempre estuvo ahí, en mis manos, y en mi espíritu: sacar a la luz -y nunca mejor dicho- los tesoros desechados de la madre tierra.
Y ya que el Pisuerga pasa por Valladolid, si hay algo que esta tierra de mejor que ninguna otra, eso son los grandes vinos que sus cuatro Denominaciones de Origen Protegidas producen: Ribera del Duero, Cigales, Rueda y Toro. Las cepas viejas de estos campos de Castilla, me regalan sus increíbles formas para que las convierta en arte y luz.

POR QUÉ
Es innegable que el hecho de estar en el paro fue un empujón bastante importante. Pero, que en lugar de hacer otras cosas decidiera hacer lámparas de vid, de madera de deriva, etc., tiene un por qué.
Un día cualquiera, buscando otros productos, vi un anuncio de una lámpara de vid en internet. Se me cayó el alma a los pies...Era una pieza muy hermosa, pero su planteamiento y ejecución, con todos mis respetos a su creador, la afeaban. Un brillo que le daba aspecto grasiento, unos portalámparas muy pasados de moda, un cable por fuera sin disimulo alguno... un desastre que me propuse mejorar en todos los aspectos.
Por el honor de esas viñas centenarias, no podía dejar que sólo se las utilizara para alimentar el fuego o pudrirse a los pies de sus hermanas. Así que cogí las pocas herramientas de las que disponía, y me puse manos a la obra.

CÓMO
En un principio, no pensaba sumergirme tanto en esto...
Pensaba "bueno, hago un par de ellas y a ver si se venden...". Pero antes de poner siquiera un anuncio, ya tenía 5 lámparas hechas y un carro lleno de piezas que recogí del campo, de las playas, de los ríos y bosques. Y ya no pude parar...
No disponía de muchas herramientas, así que la inversión fue importante en ese sentido. Y a eso hay que sumarle la interminable búsqueda de pantallas y tulipas, que posteriormente en la mayoría de los casos tuve que restaurar. El resultado es una segunda vida que, de otro modo, seguramente no habrían tenido.
El tema del taller fue algo de lo que no tuve que preocuparme, ya que nuestro garaje me proporcionó el espacio perfecto para mi trabajo.
Tras montañas de serrín, cortezas, lijas desgastadas, y LITERALMENTE sangre, sudor y lágrimas (no estuve exento de accidentes...), aquí tenéis mi pequeño arte, mi pasión.

CUÁNTO
La parte, a mi entender, más complicada para un artista. Poner precio a su obra...
Miento. La parte más complicada es deshacerse de ellas. Cuando las vendes, una parte de ti se va para siempre. Cuesta entenderlo, pero es así, el negocio queda relegado a un segundo plano.
La artesanía es algo muy infravalorado, por puro desconocimiento tal vez. Me llevan los siete males cuando, en una feria de artesanía, oigo la palabra "CARO". La ignorancia es muy atrevida, y esos artesanos tienen que morderse la lengua tantas veces... Si queréis un consejo, la próxima vez que un artista os diga el precio de una obra, en lugar de decir "qué caro!!" decid "lo vale, pero no me lo puedo permitir...". Es una cuestión de empatía, respeto y educación.
Si pagamos 60€ por una lámpara sueca hecha en serie en una fría fábrica china, creo que os sorprenderá lo económico que sale tener piezas ARTESANAS, ÚNICAS Y ORIGINALES. Piezas en las que, con total seguridad, alguien ha puesto todo su amor y dedicación.
Dicho esto, podéis ver los precios de algunas de mis obras pinchando en los links que encontraréis en la parte inferior de los accesos a cada una de las lámparas.
Espero que nadie se me ofenda.... disculpad mi osadía.

**NOTA: todas las lámparas han sido limpiadas y tratadas con productos contra xilófagos y hongos antes de iniciar el proceso artístico. Todos los productos utilizados para su acabado son eco-friendly y ningún animal fue maltratado en el transcurso de su producción... salvo el autor. Pero eso es otra historia...
