Los únicos universos. Mi frente, sólo, y el cielo.

Entre ellos, la brisa pura, caricia fiel,

mano única para tales plenitudes.

La brisa, que baja y sube.

Arriba, todo el ser vivo, todo el sueño en mi sentido,

rozando a aquel con las alas que a su armonía él le baja.

Nada más.

¿Acaso eres tú la brisa que va y viene

del cielo, amor, a mi frente?

Juan Ramón Jiménez

La forma de esta pieza ciertamente evoca a una melena al viento, una brisa suave que la hace ondear y mostrar todo su esplendor.

No recuerdo exactamente las horas que pasé hurgando entre sus intrincados surcos, cuántas herramientas distintas tuve que usar para lijar y pulir sus recovecos. Muchas, seguro. Pero el tiempo pasa volando cuando haces algo que te apasiona...

El casquillo es antiguo y la tulipa reciclada, con ese estilo Tiffany que tanto gusta. Y aprovechando sus surcos está el cable textil trenzado, como si hubiera estado preparada desde el principio para ello (eso suele pasar más a menudo de lo que creéis).

Y, como es habitual, una pieza natural de pizarra que cuarteé, pulí y barnicé. Siempre con productos al agua y eco-friendly.